jueves, 3 de junio de 2010

ayer cansada de tanto llorar, cuando mis ojos no podian más, ya todo se me habia echado encima, decidí sonreir, mis ojos estaban demasiado tristes, pero yo podía conseguir sonreir, me pude delante del espejo vi mis ojos, rojos, en ese mismo instante me propuse sonreir, lo hice, ¿y sabias qué? me gustó esa sonrisilla que salía de mi boca, era graciosa, y me sentaba bien; cada vez mi sonrisa era más grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sonrisa.